Chapeau - On jette les chaupeaux

¿Dónde se ha ido el tiempo? Acabo de matricular a los delfines y los loros en la escuela y ya estamos a finales del cuarto curso.

Como cada año, celebramos este día tan especial en un ambiente festivo en el centro comunitario de Geithain. Antes de que empezara la ceremonia, a las 17.00 horas, nuestros graduados se enfundaron sus togas y casi estallaban de orgullo, ¿o era la emoción?

Y, de repente, sonó la música y ambas clases entraron en el gran salón de baile con sus profesoras, la Sra. Isak y la Sra. Möbius, a la cabeza. Todos los ojos de los padres, abuelos, hermanos y amigos estaban puestos en los niños.

La directora dio la bienvenida a la fiesta a la Sra. Bergmann y cedió el micrófono a nuestros alumnos de 3º, que, como cada año, idearon un programa estupendo. Este año visitamos un circo y todos los niños se convirtieron de repente en animales de un circo inglés. También estaban en la pista el maestro de pista, el domador de animales y el malabarista. El programa terminó con una canción acompañada de baile, durante la cual los alumnos de tercer curso hicieron subir al escenario a nuestros graduados para compartir el momento.

Tras el programa, las señoras Isak y Möbius pronunciaron un discurso, o más bien una oda, a sus magníficas clases. Aunque se esforzaron en relatar los momentos bonitos y divertidos, también hubo mucho llanto. Porque aunque la graduación del 4º curso es un motivo de celebración y todas las familias estaban terriblemente orgullosas de sus hijos, también significa siempre dolor y lágrimas de despedida.

Acompañados por música de violín, continuamos con nuestra ceremonia de entrega de certificados, en la que los cuatro mejores alumnos de este curso fueron distinguidos con una beca para nuestra escuela de gramática. Rebecca Heinicke, Lea Mitreuther, Friedrich Gut y Luise Hoffmann se graduaron en primaria con las mejores notas y fueron festejados por todo lo alto.

La noche de la entrega de certificados también llegó a su fin otra cosa: la era de la Sra. Bergmann como directora del IPSG, que esa noche tuvo que llorar al menos tanto como nuestros alumnos. Ahora dará clases en nuestra escuela primaria de Meerane antes de jubilarse el año que viene.

Echaremos mucho de menos a nuestros delfines y loros, así como a la Sra. Bergmann, y siempre recordaremos con cariño el maravilloso tiempo que pasamos juntos.